En esta ilustración he querido hacer una alegoría de la estatua de la libertad, para representar en sí el arte que se vive en las calles neoyorkinas, (por ello la pintura, y grafitis), mezclado con ese ritmo vertiginoso de trabajo y crecimiento económico que busca una ciudad de tal envergadura, (debido a ello el robot y el diseño del corpiño).
En sí quise plasmar la esencia que me ha transmitido una ciudad en la cual arte y crecimiento empresarial, se encuentran en desarrollo continuo.
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